¿Vandalismo o inseguridad?: crecen los ataques a colectivos de interurbanos o de larga distancia, y piden acciones de la Policía

Ante la preocupación y falta de respuestas, empresarios de transporte decidieron salir a contar una problemática con la que se enfrentan prácticamente a diario. Se trata de los ataques a pedradas contra los colectivos que se da en varios sectores de San Luis y también de Villa Mercedes.

Los hechos se producían hasta hace unas semanas de forma esporádica, pero se acrecentaron en el último tiempo. Las denuncias realizadas no solucionaron nada y ahora creen que la única salida es hacer cambios en los recorridos.

Blanca Paloma es una de las compañías que más ha visto de cerca estos episodios que estiman son por mero vandalismo, aunque tampoco pueden descartar que sean con fines de robo.

El gerente, Roberto Pérez advirtió que la situación es “constante”. Esta semana se produjeron tres. El más reciente fue en la noche de este jueves cuando por un piedrazo abollaron el costado de una unidad.

Explicó que existen tres lugares habituales, uno de ellos es saliendo de Villa Mercedes, el otro en inmediaciones a la Ediro (a la altura del Barrio Tibiletti), y el tercero en la Ruta 147, en el tramo que va desde Riobamba hasta la Ruta 146. Esté último es el más crítico.

“Nos han roto parabrisas, en dos días dos coches. También a colegas de Blanca Paloma o larga distancia. La primera hice la denuncia, la segunda la voy a hacer ahora. El último fue ayer a la tarde”, relató la dueña del grupo MR, Rosa Gómez.

En declaraciones al periodista Hernán Pacheco, expuso que en el más reciente, en la intersección de Ruta 147 y Riobamba, una chica sufrió cortes en la cara con los vidrios y “el chofer se salvó porque llevaba anteojos”.

Gómez contó que llamó al 911 y a comisarías porque no acudían hasta el lugar y nadie le dio respuestas.

Pérez comentó a Megacable que inicialmente hacía la denuncia en alguna comisaría, pero que ante la frecuencia de los ataques y la ausencia de acciones, no lo hizo en los tres que hubo durante esta semana.

El empresario estimó que se trata de episodios que realizan adolescentes por “diversión” porque no han sido víctimas de asaltos o robos. Sin embargo, aclaró que los choferes tienen la prohibición de parar donde sufren la agresión.

“Intentamos seguir hasta un lugar seguro. Ahí el conductor frena para llamar a la empresa, cambiar el micro”, explicó.

Por otro lado, hizo alusión a que más allá de los gastos que deben afrontar, la gravedad radica en el riesgo que enfrentan los pasajeros y colectiveros.

“Son piedras contundentes que ingresan. El vidrio frena, pero la piedra entra. Puede ser mayor el problema. Le puede pegar en la cabeza o en el ojo”, advirtió.

Respecto a los costos, precisó que el último vidrio que debieron cambiar valía $21.600 y era un lateral. Los seguros de las empresas solo cubren los viajantes y terceros.

“Los daños que se ocasionan en el micro los tenemos que asumir nosotros. Por el costo de un coche es imposible tener un seguro”, añadió.

En este sentido, dijo que tratarán de cambiar el recorrido para evitar los lugares riesgosos. Primera buscarán diagramarlo para transmitirlo a la secretaría de Transporte.

La misma acción quiere implementar Sol Bus y María del Rosario. Gómez planteó que no se han reunido pero “algo habrá que hacer” porque no hay circulación de la Policía en esa zona.

“Dicen que son muchachos de entre 12 y 14 años. También hemos sufrido en el parque industrial. Hace un tiempo cambiamos recorrido y no nos ha pasado”, indicó.

Reveló que “un parabrisas sale más de $30 mil más el flete, que es más caro que el parabrisas”.